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VENDEDORA TUPPERSEX

Un día caluroso de domingo con mi novia, un amigo y su novia en una piscina natural que estaba llena hasta la bandera. Una plaga de toallas invadía el césped y sobre ellas un montón de chicas bronceadas y esbeltas luciendo palmito. Después de unas cuantas vueltas por el recinto conseguimos un hueco libre. El día empezó muy entretenido entre historietas y juegos de cartas. He de confesar que la novia de mi amigo me ponía muy cachondo y no podía evitar muchas veces ponerme cerca de ella para filtrear. Ella era vendedora tuppersex y conversar con ella sobre su trabajo era puro morbo. Aparte de ello, su morbo era algo innato. En una de nuestras charlas me comentó que teníamos una conversación intima pendiente. No tenía idea sobre que podía ser. Lleno de curiosidad debía buscar el momento y el lugar idóneo para ello. Por un momento nos quedamos solos. Mi novia fue al baño y su novio a por un café. Abrimos dos latas de cerveza que teníamos en la nevera y empezamos a hablar. Me dijo que

ESCALOCALIENTES EN UN HOSTAL

Una noche de Agosto en una fiesta de un pueblo con dos amigos. En un lanzamiento certero de caña conseguí hacerme con el número de teléfono de una chica muy atractiva que bailaba junto a un grupo de amigas. La chica era de un pueblo cercano y, después de unas cuantas conversaciones por teléfono, conseguí concertar una cita con ella. Quedamos un día a medianoche en un pueblo que nos caía a ambos a mitad de camino. La noche era suave, perfecta para tomar las primeras cervezas en la terraza de algún pub y calentar motores. Mientras caminábamos en busca de algún pub, conversábamos alegremente a la vez que mi sucia mirada se perdía entre sus profundas curvas. La tentación por palpar sus nalgas fue tan fuerte que detuve el paso para agarrarles sus nalgas a dos manos. Luego la abracé por detrás, agarre suavemente su largo pelo moreno que casi le llegaba a la cintura, mientras besaba suavemente su cuello y le susurraba al oído que quería probar su boca. Podía sentir su piel de gallina y fue

EL MOLLETE DE ANTEQUERA

Hola, soy una chica de Antequera (Málaga) y os voy a relatar un fin de semana de verano y locura que pasé con una amiga en la costa malagueña. Las dos somos de Antequera, donde existen los mejores molletes del mundo para darte un buen desayuno, un buen atracón. Fui con la salvaje intención de cumplir mis deseos más morbosos; echar un exquisito polvo en la playa mirando al mar, follar en una hamaca con algún semental que me reventara a pollazos. Pasamos una buena jornada de Sol en la playa viendo machos atléticos con bañadores ceñidos marcando paquete. Mi mente acumulaba ya una calentura desmedida cuando todavía no había ni comenzado la noche. Así que llegó la noche y fuimos a una bonita discoteca junto a la playa. Tras unos cuantos cubatas de ron mi cuerpo ardía en llamas, mi mollete se humedecía como una concha en el mar. Bailaba como una loca en mitad de la pista, refregándome con todo el semental que veía; quería elegir el mejor paquete para mi mollete. La discoteca estaba a p

CATA DE COÑOS

Jueves noche de botellón universitario en mi piso compartido con dos estudiantes italianas de Erasmus y yo. Conversábamos y bebíamos tranquilamente hasta que sonó el telefonillo de forma inesperada. Se hizo raro, no esperábamos a nadie. Descolgué el telefonillo y se escuchaba, entre risas, las voces de varias chicas. Pregunté quiénes eran y me contestó una chica con acento francés. Eran, también, estudiantes de Erasmus, amigas de mis compañeras de piso, que venían a unirse al botellón. Mis compañeras me miraron muertas de risa, porque me tenían guardada la sorpresa. Invadido por la expectación dejé la puerta abierta para que entraran y volví a sentarme en el sofá con mis compañeras. Las chicas entraron formando mucho jolgorio; la fiesta estaba asegurada. Se acomodaron en el salón y nos presentamos con mucha efusividad. Eran tres chicas muy exóticas. Físicamente eran muy diferentes entre ellas. Sus acentos daban alguna pista sobre su procedencia. Una era filipina, otra mejicana y la o