VENDEDORA TUPPERSEX
Un día caluroso de domingo con mi novia, un amigo y su novia en una piscina natural que estaba llena hasta la bandera. Una plaga de toallas invadía el césped y sobre ellas un montón de chicas bronceadas y esbeltas luciendo palmito. Después de unas cuantas vueltas por el recinto conseguimos un hueco libre. El día empezó muy entretenido entre historietas y juegos de cartas. He de confesar que la novia de mi amigo me ponía muy cachondo y no podía evitar muchas veces ponerme cerca de ella para filtrear. Ella era vendedora tuppersex y conversar con ella sobre su trabajo era puro morbo. Aparte de ello, su morbo era algo innato. En una de nuestras charlas me comentó que teníamos una conversación intima pendiente. No tenía idea sobre que podía ser. Lleno de curiosidad debía buscar el momento y el lugar idóneo para ello. Por un momento nos quedamos solos. Mi novia fue al baño y su novio a por un café. Abrimos dos latas de cerveza que teníamos en la nevera y empezamos a hablar. Me dijo que